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Eduardo Angulo Pinedo

La biología estupenda

Romanos

Ya se sabe cómo eran los romanos, gente importante, con un imperio que duró siglos, y quizá un poco locos, al decir de algunos irreductibles galos. Pero, además, fabricaban vidrio, proceso que requiere técnicas complejas y sofisticadas. Durante 600 años fabricaron vidrio no sólo de color, que es lo más fácil, sino también decolorado. El vidrio se fabrica fundiendo arena y, según qué metales contenga, el vidrio tiene diferentes colores: por ejemplo, el hierro da vidrio azul verdoso y el hierro más azufre, da color castaño. Así, es posible saber de qué arena, y en consecuencia de qué lugar procede la arena que da lugar a determinado vidrio. Además, los romanos sabían decolorar el vidrio, proceso que requiere mayores conocimientos. Para ello debían añadir a la arena original pequeñas cantidades de decolorantes, habitualmente los metales manganeso o antimonio. En resumen, los romanos tenían las técnicas suficientes para conseguir el vidrio incoloro o del color deseado.

Lo que no sabemos es dónde estaban las fábricas de vidrio. Casi todo el vidrio romano tiene una composición muy parecida, lo que implica que se fabricaba en pocos sitios y, después, era transportado al lugar de venta. Aunque también es posible que existieran factorías secundarias donde el vidrio era tratado de nuevo para adaptarlo a las necesidades de los mercados más cercanos. Harriet Foster y Caroline Jackson, del Servicio de Arqueología y Museos de Norfolk y de la Universidad de Sheffield, respectivamente, han estudiado con detalle los restos de vidrio incoloro romano de Gran Bretaña en los siglos III y IV, que se han recuperado en yacimientos, para conocer cómo se fabricó y distribuyó el producto. Utilizaron 128 muestras de 19 yacimientos de toda Gran Bretaña, que consisten en vasijas, cuencos, tazas o platos procedentes de varios museos. Por medio de técnicas de espectroscopía, detectan la composición elemental del cristal, incluyendo los metales que contiene.
De las 128 muestras, 46 tienen antimonio como decolorante, 13 tienen manganeso y las 69 restantes tienen ambos metales. Parece, aunque no queda totalmente probado, que todas las muestras proceden de tres, quizá más, centros de producción. Las muestras que llevan ambos metales corresponden sobre todo al final del período estudiado, en el siglo IV. Según las autoras, esta mezcla de metales decolorantes demuestra que los romanos reutilizaban vidrio para fabricar nuevos utensilios y, así, los metales decolorantes aparecen mezclados, lo que no es necesario para conseguir la pérdida de color. Quizá, sugieren, el imperio se está desmoronando, las rutas comerciales no son tan seguras y no llega vidrio suficiente a la isla; hay que reutilizar o, con la terminología actual, reciclar el vidrio usado.
Como ven, los romanos no sólo no están locos, sino que, además, reciclan vidrio, seguramente que no es por alguna inesperada inquietud ambiental, sino más bien porque no tienen más remedio ante la escasez de materia prima.
*Foster, H.E. & C.M. Jackson. 2010. The composition of late Romano-British colourless vessel glass: glass production and consumption. Journal of Archaeological Science 37: 3068-3080.

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Por Eduardo Angulo

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