>

Blogs

Eduardo Angulo Pinedo

La biología estupenda

Canciones

Ya hemos hablado en este blog de las alucinaciones auditivas. Dentro de ellas están las alucinaciones musicales que consisten en escuchar canciones o, simplemente, música sin que exista una fuente externa que la produzca. Mientras que las alucinaciones auditivas con voces son relativamente comunes, las estrictamente musicales son mucho más escasas. Como pasaba con las auditivas, las alucinaciones musicales están en la encricijada entre las casuas otológicas (por ejemplo, sordera), neurológicas (derrame, tumor) y psiquiátricas. No son fáciles de diagnosticar pues, según el relato del enfermo y la expriencia o la opinión del médico, se pueden clasificar como auditivas o como, en sentido estricto, musicales. No es lo mismo para el enfermo describir que oye, que diría yo, el “Dios salve a la Reina” que una pieza de música clásica contemporánea de Stockhausen.

G.E. Barrios, de la Universidad de Cambridge, nos cuenta que hay citas de alucinaciones musicales desde principios del siglo XIX y que, según los autores que trabajan en este campo, aparecen cuando el sentido del oído se acelera, lo que da origen a ruidos (silbidos, gorjeos, zumbidos,…), o cuando se pierde por sordera (algo así a como ocurre a aquellos que han sufrido la amputación de un miembro y todavía lo sienten). Berrios revisa 46 casos confirmados de alucinaciones musicales y llega a las siguientes conclusiones: se dan más en mujeres (el 80% de los casos); el 67% padecen sordera; a más edad, más alucinaciones; y aparecen después de daños al cerebro por derrame, tumor o focos epilépticos. Lo habitual son canciones, acompañadas con instrumentos o a cappella, e himnos patrióticos o religiosos.

El autor describe algunos casos concretos con más detalle y nos cuenta la música que oyen los enfermos: himnos religiosos, la voz de un locutor intercalada con música, villancicos, una canción popular a través de auriculares, o canciones de los años 20 (la enferma tiene 86 años en el momento del diagnóstico).

Desde la Universidad de Newcastle, Lauren Stewart y su grupo, aseguran que las canciones que se oyen son casi siempre escuchadas con letra y música y perfectamente reconocibles, que las alucinaciones se dan en el 2.5% de las mujeres que desarrollan sordera en la vejez, y que los estudios de actividad cerebral demuestran que las zonas del cerebro que funcionan durante la alucinación son las mismas que se activan al escuchar música en las personas que oyen realmente música. En cuanto a las alucinaciones por problemas psiquiátricos podemos poner como ejemplo al compositor Robert Schumann: según relata, primero escuchó una nota que acabó evolucionando hasta “una música magnífica, con instrumentos de resonancia espléndida, como nunca antes se había escuchado en la tierra”. Incluso menciona específicamente Eine Feste Burg, una cantata de Bach aunque, más adelante, reconocerá que algunas de sus mejores composiciones, en Kreisleriana, la Sinfonía Primavera o la Obertura de Manfred, están escritas porque se lo pedían las voces y la música que escuchaba.

*Berrios, G.M. 1990. Musical hallucinations. A historical and clinical study. British Journal of Psychiatry 156: 188-194.

*Stewart, L., K. von Kriegstein, J.D. Warren & T.D. Griffiths. 2006. Music and the brain: disorders of musical listening. Brain 129: 2533-2553.

Temas

Por Eduardo Angulo

Sobre el autor

Buscar


mayo 2010
MTWTFSS
     12
3456789
10111213141516
17181920212223
24252627282930
31