Ya existen los fumadores pasivos y ahora, por primera vez, se empiezan a estudiar los riesgos de los fumadores de humo de tercera mano. Los de primera mano fuman su propio humo, los de segunda mano fuman el humo de sus acompañantes o vecinos, y los de tercera mano son de los que pasan por donde estuvieron los fumadores y fuman el humo que allí han dejado (el mal olor típico de una habitación donde se ha fumado mucho). Mohamad Sleiman y su grupo, del Laboratorio Nacional Lawrence de Berkeley, han encontrado que los restos del humo del tabaco adheridos al interior de un coche, por acción del ácido nitroso del ambiente, convierten parte de la nicotina en nitrosaminas carcinogénicas específicas del tabaco (en inglés, TSNA). Para estudiar estas reacciones químicas en el laboratorio, Sleiman y sus colaboradores fijan nicotina en pañuelos de celulosa, como modelo de un material que se puede encontrar en cualquier hogar o lugar de trabajo. Al poner en contacto estos pañuelos que llevan restos de nicotina con el ácido nitroso es cuando se forman las TSNA, alguna de ellas conocida por ser un potente carcinógeno.
Según los autores, la nicotina se absorbe rápidamente en superficies de habitaciones, en la ropa e, incluso, en la propia piel, y persiste durante largo tiempo. Esta persistencia es la que plantea la más que probable ingestión de las TSNAs a través de la piel, al respirar el polvo de la habitación o por ingestión de alimentos.
En conclusión, no sólo hay fumadores pasivos sino que hay habitaciones peligrosas en las que una vez fumó mucho un fumador empedernido.
Sleiman, M., L.A. Gundel, J.F. Pankow, P. Jacob III, B.C. Singer & H. Destaillats. 2010. Formation of carcinogens indoors by surface-mediated reactions of nicotine with nitrous acid, leading to potential thirdhand smoke hazards. Proceedings of the National Academy of Sciences USA doi:10.1073/pnas.0912820107