En la Unión Europea y en el año 2001, entre el 12 y el 17% de los empleados trabajaba por encima de su horario de trabajo. Supongo que ahora ocurrirá algo parecido y, a falta de tener datos oficiales, podría ser incluso peor ya que es lo habitual en tiempos de crisis al intentar cubrir los suedos bajos con más tiempo de trabajo. Pero, cuidado, según el informe de Marianna Virtanen y su equipo, del Instituto Finlandés de Salud en el Trabajo de Topeliuksenkatu, en Finlandia, el trabajar muchas horas, según lo publicado hasta ahora, se asocia con reacciones en los sistemas cardiovascular e inmunológico, reduce la duración del sueño, es un estilo de vida poco saludable y está en el origen de enfermedades cardiovasculares, diabetes, problemas subjetivos de salud, fatiga y depresión. Para concretar los efectos de tener una larga jornada de trabajo, este equipo finlandés estudió su relación con las funciones cognitivas, es decir, con aquellas funciones que nos permiten procesar infirmación y que son prerrequisito de la inteligencia.
Virtanen y sus colegas utilizaron datos sobre los horarios de trabajo de los funcionarios públicos británicos, de mediana edad (entre 35 y 55 años; edad media de 52 años), recogidos entre 1997 y 1999 y entre 2002 y 2004. Además les aplicaron una batería de tests sobre sus funciones cognitivas: memoria verbal, razonamiento inductivo, conocimiento verbal, y fluidez verbal fonética y semántica. Los investigadores dividieron su muestra de funcionarios, 2214 personas en total, en dos grupos extremos: aquellos que trabajaban menos de 40 horas semanales (853 funcionarios), y aquellos que trabajaban más de 55 horas semanales (181).
Los que trabajaban más de 55 horas tienen peores marcas en memoria verbal y en la prueba de razonamiento. Si se utilizan las horas de trabajo como una variable continua, o sea, no se forman grupos según las horas que trabajen, los resultados son los mismos. En conclusión, el trabajar muchas horas puede tener un efecto negativo en las funciones cognitivas, sobre todo en el reconocimiento y manejo de palabras y en el razonamiento inductivo, en personas de mediana edad. O sea, que hay que meter menos horas. Aunque, en realidad, este estudio trata estrictamente de las horas en el puesto de trabajo, no de las horas de trabajo. Hay que precisar.
*Virtanen, M., A. Singh-Manoux, J.E. Ferrie, D. Gimeno, M.G. Marmot, M. Elovainio, M. Jokela, J. Vahtera & M. Kivimäki. 2009. Long working hours and congnitive function. The Whitehall II Study. American Journal of Epidemiology 169: 596-605.