Millones de personas fuman a pesar de conocer, muchos de ellos, que la probabilidad de desarrollar un cáncer de pulmón es 20 veces mayor que para los no fumadores. El humo de tabaco contiene más de 60 compuestos capaces de unirse al ADN de las células pulmonares, provocar mutaciones e iniciar algún tipo de cáncer. Desde hace unos años ya se conocen algunos genes mutados que diferencian el ADN de fumadores y no fumadores con cáncer de pulmón. El cáncer aparece cuando el ADN de una célula es dañado y los sistemas de arreglo de estos daños no funcionan; la célula, entonces, se divide sin control de daños e inicia el tumor.
Para conseguir una imagen más completa de las mutaciones provocadas por el humo del tabaco, Erin Pleasance y su grupo (40 científicos pertenecientes a ocho instituciones), del Instituto Wellcome Trust Sanger de Hinxton, en Inglaterra, han secuenciado el ADN de una célula tumoral de cáncer de pulmón y de células normales y han comparado ambos genomas. La célula cancerosa procede de un enfermo de 55 años, con cáncer de pulmón asociado al tabaco, con metástasis y antes del tratamiento con quimioterapia.
Los investigadores identifican nada menos que 22910 mutaciones en la célula cancerosa o, dicho de otra manera, calculando que el fumador consume un paquete de cigarrillos al día durante todo el año, se puede afirmar que cada 15 cigarrillos se produce, más o menos, una mutación. Uno de los investigadores del grupo, Peter Campbell, ha afirmado que fumar un cigarrillo es tan peligroso como jugar a la ruleta rusa. De todas formas, las mutaciones no se distribuyen por igual por todo el genoma, lo que sugiere que hay zonas donde, si se producen cambios en el ADN, el sistema de arreglo d elos daños funciona y el genoma es reparado.

*Pleasance, E.D. y cols. 2010. A small-cell lung cancer genome with complex signatures of tobacco exposure. Nature 463: 184-190.