A pesar del título, continuamos con la obesidad que retomamos en la entrada anterior. Para elaborar estudios estadísticos de fiar sobre la mencionada y muy temida epidemia de obesidad que nos asedia, debemos conocer los datos de peso y altura de grandes poblaciones. Es obvio que el mejor sistema es medir la altura y pesar a muchos individuos pero, si no tenemos medios, un buen sistema es que cada persona nos comunique, por cualquier medio y hoy en día suele ser por internet, su peso y altura y, con estos datos, nosotros calculamos su Índice de Masa Corporal (IMC). Pero, claro está, para ello debemos aceptar como cierto lo que nos dicen o, mejor, confirmar si lo que nos dicen es verdad. Así hizo el grupo de Maria Enrica Danubio, de la Universidad de L’Aquila, en Italia, con 379 universitarios de su ciudad y de Roma a los que se pasa un cuestionario para que nos digan su peso y altura y, después, se les mide y pesa en el laboratorio. Y resulta que ambos sexos sobreestiman su altura, de media 2,1 centímetros en las mujeres y 2,8 en los hombres, y subestiman su peso, de media 1,5 kilogramos en las mujeres y 1,9 en los hombres. En consecuencia, su IMC también baja, de media, un 1,1 en mujeres y un 1,5 en hombres. Y el sobrepeso baja hasta un 8% en mujeres y los hombres obesos en un 3,3%. En fin, está claro que los universitarios no son de fiar en esto del autoconcepto que tienen de sí mismos en cuanto a peso y altura.
No crean, igualmente los universitarios españoles son poco de fiar en este asunto. El grupo de Montserrat Míguez, de la Universidad de Vigo en Orense, ha estudiado el autoconcepto físico de 315 universitarios del Campus de Orense y de la Universidad de A Coruña, y ha encontrado algo parecido a los resultados de Italia aunque con una sutil diferencia: las universitarias gallegas sobreestiman su peso, al contrario que las italianas. Los universitarios gallegos, en cambio, como los italianos, subestiman su peso. Aunque, en general, la mayoría estima con certeza su peso justo, se puede afirmar que hay un alto porcentaje de gallegas que se ven gordas y de gallegos que se ven delgados.
Como vemos, parece bastante general este autoconcepto, ligeramente equivocado, de nuestro peso y altura. Frank Elgar y Jennifer Stewart, de la Universidad Carleton en Ottawa, en Canadá, estudiaron una población mucho mayor en su país: 4615 adolescentes y adultos. Sus resultados se parecen a los obtenidos en Italia: la altura se sobreestima en 0,88 centímetros de media y el peso en 2,33 kilogramos. Y, como consecuencia, el IMC es un 1,16 más bajo que el real.
Estas ideas equivocadas que tenemos en cuanto a nuestro autoconcepto en cuanto a peso y altura tienen su importancia en el estudio de la obesidad, como decía al principio, pero también influyen en la calidad de vida de las personas. Arantzazu Rodríguez acaba de defender su tesis doctoral en la Universidad del País Vasco. Trata de la relación, en 1959 adolescentes de 12 a 23 años del País Vasco, Burgos y La Rioja, de su autoconcepto físico y su bienestar psicológico. Los resultados son evidentes: en los adolescentes, el autoconcepto físico se relaciona de manera positiva con el bienestar psicológico y de manera negativa con el malestar psicológico. O, lo que es lo mismo, contra más a gusto se siente el joven con su cuerpo, experimenta un mayor bienestar psicológico. Los que tienen un mejor autoconcepto físico son los adolescentes, no importa el sexo, de 12 a 14 años o los que hacen algún tipo de actividad física. En cuanto a los peligros de un autoconcepto físico negativo se dan a partir de los 15 años para la ansiedad, de los 12 a los 17 para la depresión, y de los 18 a los 23 para la anorexia o la bulimia.
En conclusión y en general, tenemos un autoconcepto físico equivocado, lo que es un inconveniente para los estudios sobre la extensión de la obesidad pero, sin embargo, quizá sea bueno para nuestra tranquilidad y estabilidad psicológica.
*Danubio, M.E., G. Miranda, M.G. Vinciguerra, E. Vecchi & F. Rufo. 2008. Comparison of self-reported and measured height and weight: Implications for obesity research among young adults. Economics and Human Biology 6: 181-190.
*Elgar, F.J. & J.M. Stewart. 2008. Validity of self-report screening for overweight and obesity. Canadian Journal of Public Health 99: 423-427.
*Míguez Bernárdez, M., M.C. Isasi Fernández, J. de la Montaña Miguélez, M. González Rodríguez & J. González Carnero. 2009. Diferencias en la autopercepción de la imagen corporal mediante la estimación del peso en universitarios de distintos ámbitos de conocimiento. Alimentación, Nutrición y Salud 16: 54-59.
*Rodríguez Fernández, A. 2009. El autoconcepto físico y el bienestar/malestar psicológico en la dolescencia. Tesis Doctoral. Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea.