Hace unos días os presenté un par de entradas sobre los móviles; en la primera hablaba de la falta de atención que provocaban pero, en la segunda, trataba de posibles daños físicos a los usuarios. Y repito lo que decía entonces: no me refiero a las antenas sino a los propios móviles. Hoy os presento los resultados, obtenidos por dos equipos de investigadores del norte de Europa, sobre los efectos de los móviles según estudios epidemiológicos, es decir, que relacionan datos pero que no demuestran que sean causa y efecto. Un resumen muy acertado de lo que os cuento apareció el pasado 3 de dieciembre en la página web de Scientific American, firmado por Katherine Harmon.
Fue a mediados de 2008 cuando Anna Lahkola y su grupo, de la Autoridad sobre Radiación y Seguridad Nuclear de Finlandia, en Helsinki, publicaron su trabajo sobre el riesgo de contraer meningioma por el uso del móvil. Los meningiomas son tumores que se originan en las meninges, es decir, en las cubiertas del cerebro y de la médula espinal. Normalmente es benigno, aunque de un 1 a un 3% se diagnostica cmo maligno. El grupo de Lahkola eligió este tipo de cáncer por la cercanía de las meninges al móvil cuando éste se utiliza. Hicieron el seguimiento en Dinamarca, Finlandia, Noruega, Suecia y el Sudeste de Inglaterra, de 1209 casos de meningioma, con 3299 individuos más como control de no padecer este tipo de tumor, con datos tomados entre 1999 y 2004. A todos ellos se les entrevistó y se les calificó de usuarios regulares del móvil si lo utilizaban por lo menos una vez por semana durante seis meses. Curiosamente, los resultados indican que los usuarios de móvil tienen menos probabilidades de contraer meningioma (48%) que los no usuarios (58%). El riesgo no aumenta con los años de uso, ni con las horas ni con el número de llamadas, y no hay diferencias ni por edad o sexo ni por utilizar móvil o teléfono fijo. En resumen, no hay relación entre el riesgo de contraer meningioma y el uso del teléfono móvil.
Hace unos días se ha publicado un segundo trabajo, esta vez del grupo de Isabelle Deltour, del Instituto de Epidemiología del Cáncer de Copenhague, sobre la incidencia de meningioma y glioma en Dinamarca, Finlandia, Noruega y Suecia, de 1974 a 2003. El glioma es un tipo de tumor cerebral que se desarrolla a partir de las células de la glia; estas células son acompañantes de las neuronas. Volviendo al trabajo de Deltour, hay que destacar que utiliza los mismos datos que el grupo de Anna Lahkola pero estudiando el grupo en su totalidad: más de 16 millones de adultos, de los cuales 59984 desarrollan algúin tipo de tumor cerebral. Los autores calculan que los móviles comenzaron a usarse en estos países a mediados de los 90 y, si existe alguna relación entre su utilización y algún tipo de cáncer, debería notarse, más o menos, a partir de 1998. No hay cambios: entre 1998 y 2003, que es el límite temporal del estudio, no aumentan los casos de glioma y meningioma. Quizá se necesite más que esos cinco años de uso para detectar la relación entre uso del móvil y cáncer; queda para estudios futuros.
*Deltour, I., C. Johansen, A. Auvinen, M. Feychting, L. Klaeboe & J. Schüz. 2009. Time trends in brain tumor incidence rates in Denmark, Finland, Norway, and Sweden, 1974-2003. Journal of the National Cancer Institute doi:10.1093/jnci/djp415
*Harmon, K. 2009. Cancer cells?: Brain tumor numbers steady despite increased mobile phone use. Scientific American December 3.
*Lahkola, A., T. Salminen, J. Raitanen, S. Heinävaara, M.J. Schoemaker, H. Collatz Christensen, M. Feychting, C. Johansen, L. Klaeboe, S. Lönn, A.J. Swerdlow, T. Tynes & A. Auvinen. 2008. Meningioma and mobile phone use – a collaborative case-control study in five North European countries. International Journal of Epidemiology 37: 1304-1313.