Hace unos días, en la entrada Redes, ya estuvimos en Framingham, ese pueblo de Massachusetts con más de 60000 habitantes en la actualidad que, allá por 1948, aceptó participar en un seguimiento a largo plazo de las enfermedades cardiovasculares, dirigido por la Universidad de Boston. Años más tarde, Nicholas Christakis, de la misma universidad, utilizó los datos obtenidos para estudiar la formación de redes sociales. En la entrada Redes, que antes he mencionado, Christakis presentaba las redes formdas por la felicidad y por la soledad. Christakis crea, con los datos del seguimiento, una red social al ordenador a partir de las relaciones entre las personas que viven en Framingham: parientes, amigos, vecinos, compañeros de trabajo, etc. La red que resulta de estos miles de relaciones entre personas nos ofrecía una imagen clara de la distribución, en aquella entrada, de la felicidad y de la soledad. Ahora vamos a ver que ocurre con la obesidad y con el tabaco.
En cuanto a la obesidad, es fácil distinguir en la red agrupaciones de personas con un Índice de Masa Corporal igual o superior a 30; como ya vimos en Redes, estos grupos llegan hasta el tercer grado, es decir, hasta los amigos de los amigos de los amigos. Y estas agrupaciones no aparecen porque las personas obesas se agrupen por su cuenta. Más bien, si una persona tiene un amigo que se vuelve obeso, la probabilidad de que sus amigos lo acaben siendo es del 57%. Entre hermanos adultos, si uno engorda, el otro lo hará con una probabilidad del 40%. O si uno de los miembros de la pareja es obeso, hay un 37% de que el otro también alcance la obesidad. Todo esto no se relaciona ni con los vecinos ni con la localización geográfica. Es curioso, pero son las personas del mismo sexo y no las del sexo opuesto las que más influyen en estos cambios.Y, a pesar de la creencia popular, el dejar de fumar no provoca el aumento de la obesidad.
Y ya que estamos con el tabaco, sigamos con él y con otro trabajo de Christakis. Como con la obesidad, la felicidad y la soledad, los fumadores y los no fumadores también se agrupan, y los grupos también alcanzan hasta el tercer grado. A pesar de que, en general, el número de fumadores decrece en la población, el tamaño de los grupos de fumadores se mantiene, lo que quizá indica que los que dejan de fumar lo hacen por grupos completos pero, a la vez, estos grupos comienzan a ser desplazados hacia la periferia (como ocurría con los solitarios). Por otra parte, si un miembro de la pareja deja de fumar, el otro lo hará con un 67% de probabilidades; si el que deja de fumar es un hermano, la probabilidad baja al 25%, y si es un amigo, hasta el 36%. Si es entre compañeros de trabajo de una empresa pequeña, la probabilidad es del 34%. Como pasaba con la obesidad, estos cambios y grupos no dependen de los vecinos ni de la localización geográfica.
Y, para acabar, Christakis y sus colegas, como cualquier científico que tiene detrás una investigación extensa y bien hecha, publica de vez en cuando resúmenes y revisiones de sus trabajos y los compara con los de otros investigadores de su campo. Hace muy poco tiempo, Christakis ha publicado una de estas revisiones en la Revista Noruega de Epidemiología. De los datos que da, en general, no podemos sacar nada nuevo, ya los hemos visto, pero sí añade una nueva investigación, ya lejos de Framingham, tan lejos que se ha ido al mundo virtual, al mundo de la redes sociales, en concreto a Facebook. Ha estudiado las fotografías de 353 estudiantes y ha separado los que sonríen de los que aparecen serios. La gráfica resultante es la que aparece más arriba: cada nódulo amarillo es alguien que sonríe y, es obvio, se rodea de gente que sonríe; los serios van en azul, y vean como se rodean de azules; y los verdes son los grupos con gente que sonríe y gente que está seria. Son evidentes los grupos separados de amarillos y azules y que, estos últimos, aparecen más en la periferia. Véanlo: nuestro mundo real y el mundo virtual se acercan más de lo que parece. Por lo menos en estas gráficas y redes de Christakis.
*Christakis, N.A. & J.H. Fowler. 2007. The spread of obesity in a large social network over 32 years. New England Journal of Medicine 357: 370-379.
*Christakis, N.A. & J.H. Fowler. 2008. The collective dynamics of smoking in a large social network. New England Journal of Medicine 358: 2249-2258.
*Christakis, N.A. & J.H. Fowler. 2009. Social network visualization in epidemiology. Norsk Epidemiologi 19: 5-16.