Sigamos a lo nuestro. Vimos que de las deudas, engordábamos, y que del engordar nos viene una cierta tontera y perdíamos forma física y agilidad mental. Pero es que esto de tener un exagerado Índice de Masa Corporal (IMC más de 25) puede tener otras consecuencias. Adam Gilden Tsai y David Satwer, de las universidades de Colorado en Denver y de Pennsylvania respectivamente, nos cuentan el caso de un hombre de 48 años, con un IMC de 32,6 que, además de una hipertensión no muy grave, padece de disfunción eréctil, o sea, de la incapacidad repetida de lograr o mantener una erección lo suficientemente firme como para tener una relación sexual satisfactoria. Es más, los autores añaden que del 30 al 40% de los hombres de más de 50 años padecen de disfunción eréctil y, hasta el caso que relatan, no se había demostrado una relación entre obesidad y disfunción eréctil.
En fin, de las deudas a la obesidad y de ésta a la impotencia. Sin embargo hay un par de cosas más a mencionar que hacen que la situación no sea desesperada para los que tenemos un IMC tan alto. En primer lugar, no se ha podido demostrar que el sobrepeso afecte a la producción de esperma. El grupo de Nanette Santoro, de la Escuela de Medicina Albert Einstein del Bronx, en Nueva York, han presentado en la 90 Reunión Anual de la Sociedad Endocrina, celebrada en San Francisco en 2008, un estudio de las muestras de semen de 292 hombres, de 18 a 50 años y con un IMC medio de 28,5, y han encontrado que la concentración de espermatozoides, su movilidad y morfología es normal. Por tanto, la obesidad no afecta a la fertilidad.
Y, en segundo lugar, si su obesidad, por pura mala suerte, le ha llevado a la disfunción eréctil, sepa que las investigaciones de Juha Koskimäki y sus colegas, de la Universidad de Tampere, en Finlandia, les han llevado a la conclusión de que el hacer el amor de manera regular protege contra la propia disfunción eréctil (esto recuerda aquello de que órgano que no se usa desaparece). Lo han estudiado en 989 hombres de 55 a 75 años y han descubierto que quienes hacen el amor menos de una vez por semana tienen el doble de probabilidades de padecer la disfunción eréctil que aquellos que lo hacen una o más veces. No estudian la relación con el peso de los participantes pero, si tomamos todo esto por el lado bueno, vemos que se puede ser gordo y fértil, y si uno hace el amor por lo menos una vez por semana hasta se protege de la disfunción eréctil. No parece un mal plan de vida, creo yo.
*Koskimäki, J., R. Siri, T. Tammela, J. Häkkinen, M. Hakama & A. Auvinen. 2008. Regular intercourse protects against erectile dysfunction: Tampere Aging Male Urologic Study.American Journal of Medicine 121: 592-596.
*Gilden Tsai, A. & D. Sarwer. 2009. Clinical cae report: Obesity and erectile dysfunction. Obesity and Weight Management August: 183-185.
*Santoro, N. y su grupo. 2008. Higher BMI may not affect fertility. Renal and Urology News 1 September.