Volvamos con John Steinbeck al diario de la expedición al Mar de Cortés y leamos con atención otra de sus reflexiones sobre los biólogos y su trabajo. Es interesante cómo nos ven personas ajenas a la profesión y, más todavía, si se trata de un gran priodista y escritor como es John Steinbeck. Ahí va su propuesta de las condiciones que debe reunir un buen biólogo de campo dedicado a recoger muestras:
Hemos mencionado la salud de la tripulación porque creemos verdaderamente que la condición física, y a través de ella la mental, son muy importantes en la recolección de los animales. Un hombre con un dedo herido no puede levantar las rocas. Es probable que veamos más por nuestra indigestión que por nuestros ojos, y nos da la impresión de que el punto de vista retorcido por una úlcera es a menudo evidente en las descripciones de los animales. El hombre que mejor podría observar a las especies, comprenderlas tanto emocional como intelectualmente, sería el hombre hambriento y libidinoso, porque él y los animales tendrían las mismas preocupa- ciones. Quizá nosotros llenamos estos requisitos tan bien como la mayoría.