Una breve nota sobre la obesidad y su relación con la contaminación. Un disruptor endocrino es un compuesto químico que interfiere con el funcionamiento normal del sistema hormonal, aunque en muchos casos todavía no se conozca cómo lo hace con exactitud. Los ejemplos primeros y más evidentes y estudiados son aquellos en que el compuesto provoca el cambio de sexo en los individuos de una especie determinada. Tal cosa ocurre, por ejemplo, con el tributil-estaño, un componente habitual de las pinturas antiincrustantes (evitan el crecimiento de organismos sobre el casco sumergido de la embarcación) que se utilizan en las embarcaciones deportivas marinas desde la década de los sesenta. Tras descubrirse su peligrosidad para la fauna, sobre todo para los moluscos en los que provoca el cambio de sexo, su utilización está muy controlada, pues llegan a actuar a concentraciones muy bajas.
En mamíferos, según afirman Taisen Iguchi y Yoshinao Katsu, del Instituto de Biociencias Integradas de Okazaki, en el Japón, los compuestos de estaño son tóxicos para el hígado y los sistemas nervioso e inmune. y, posiblemente, induce la adipogénesis, es decir, la acumulación de grasa en los adipocitos, células especializadas en la síntesis y acumulación de lípidos; esta hipótesis ya se ha demostrado en ratones.
Estos compuestos actúan sobre los llamados receptores de retinoide X (RXRs), proteínas de membrana que, como ya vimos al hablar del cáncer, sirven para introducir mensajes en la célula. Los RXRs, cuando se activan, penetran en el núcleo de la célula y activan los genes que provocan el almacenamiento de grasas. Y el tributil-estaño y compuestos similares activan los RXRs y, en consecuencia, la acumulación de grasas.
Es muy sugerente plantear la hipótesis de que pueda existir una relación entre alguno, o muchos, de los miles de compuestos entre los que vivimos y la epidemia de obesidad que se ha desarrollado en los últimos cuarenta años. Otros disruptores endocrinos, como el bisfenol A y el nonylfenol también parece que promueven el desarrollo de los adipocitos en cultivos celulares.
*Iguchi, T. & Y. Katsu. 2008. Commonality in signaling of endocrine disruption from snail to human. BioSciences 58: 1061-1067.