La habilidad para ver y reproducir lo que otros hacen es esencial para el aprendizaje y la vida social en nuestra especie. Cuando resgistramos un suceso en nuestro entorno, la secuencia en el espacio y en el tiempo comienza en la retina al registrar la información que, inmediatamente, es segmentada o fragmentada en paquetes que se envían al cerebro. La segmentación es muy importante, sobre todo si el proceso es complejo y tenemos que reproducirlo: es obvio que lo más sencillo es hacerlo por partes. Todo el proceso en sí mismo es complejo; intervienen la visión, la atención, la planificación motora para adquirir la información y el control del cerebro para la integración y respuesta. Y, si hay respuesta y como tal se puede considerar la reproducción del evento, además hay que volver a conectar el sistema sensorial (visión), que ha absorbido el suceso, con el sistema motor para reproducirlo. Robert Sekuler, antes de la Universidad Brandeis y ahora en la de Boston, y su grupo llevan muchos años de estudio de la reproducción de los sucesos vistos por los seres humanos.
En el 2003, el grupo de Sekuler (del que formaba parte Aafia Siddiqui como alumna del Master en Neurociencias que seguía en la Universidad Brandeis) publicó un artículo sobre la reproducción del movimiento de un disco en la pantalla del ordenador. El disco se movía siguiendo tramos rectos en número variable (de 3 a 7 tramos). El sujeto (28 en total, de 17 a 32 años) trata de reproducir el movimiento del disco dibujando sobre una tableta gráfica que digitaliza la trayectoria en el ordenador. La repetición del movimiento del disco se podía hacer según ocurría en la pantalla del ordenador (reproducción simultánea) o una vez terminado (reproducción diferida). Y para medir la fidelidad de la reproducción, se cuentan el número de segmentos necesarios para completarla (recordar que el original tiene de 3 a 7).
La calidad de la reproducción no cambia sea simultánea o diferida; cuando alguno de los recorridos se repite entre otros diferentes, la calidad mejora pero sólo si la reproducción es diferida. En resumen, se aprende con la práctica pero, sobre todo y al demostrarse una mejora más importante en la reproducción diferida, parece que el estímulo de recordar y aprender es esencial en la repetición con éxito del suceso observado.
En El País Semanal del pasado 28 de diciembre, aparecía un artículo sobre Aafia Siddiqui, firmado por Juliane von Mittelstaedt, y titulado “La mujer más peligrosa del mundo”. Según los servicios de inteligencia de Estados Unidos, Aafia Siddiqui pertenece a Al Qaeda y contribuyó hace a su financiación por medio del contrabando de diamantes. Nacida en Pakistán, estudió Medicina, se graduó en Biología en el MIT (Masachussets Institute of Technology) y se trasladó a Boston a completar un Master en Neurociencias en la Universidad Brandeis, en el grupo de Robert Sekuler. De su investigación, y que yo haya encontrado, sólo se publicó el artículo que aquí cito y que he explicado más arriba. Después volvió a Pakistán, desapareció, no se sabe si en Al Qaeda o capturada por los servicios de inteligencia, y años más tarde apareció en Afghanistán, donde fue capturada, con dos tiros en el estómago, y trasladada a Estados Unidos. En la actualidad, espera a ser juzgada en Nueva York por ataque a soldados estadounidenses en Afghanistán. Aunque era buscada como terrorista y pertenciente a Al Qaeda, no ha sido acusada de terrorismo.
*Agam, Y. & R. Sekuler. 2008. Geometric structure and chunking in reproduction of motion sequences. Journal of Vision 8 DOI:10.1167/8.1.11.
*Sekuler, R., A. Siddiqui, N. Goyal & R. Rajan. 2003. Reproduction of seen actions: stimulus-selective learning. Perception 32: 839-854.
*von Mittelstaedt, J. 2008. La mujer más peligrosa del mundo. El País Semanal 28 diciembre.