A Vilanayur Ramachandran, de la Universidad de California en San Diego, ya le conocemos de algún post anterior. Ahora vamos a intentar resolver el enigma, merecedor incluso del homenaje de Hollywood, de por qué los caballeros las prefieren rubias. Este es un hecho indiscutible en la cultura occidental y también en otras del resto del mundo. Incluso, y dentro de la preocupación que los occidentales tenemos por nuestro cuerpo, una gran parte del negocio de la cosmética se centra en que las que no son rubias lo sean, sea como sea. Y en algunas culturas, no muchas y esto sí que es raro, son las mujeres las que los prefieren rubios.
Según nos cuenta Ramachandran, algunos autores sugieren que las prefieren rubias porque ese color del pelo marca mejor el contorno del cuerpo y hace a la mujer más bella. Otros dicen que los caracteres físicos de las rubias son neoténicos, es decir, se parecen a los de un bebé, siempre de pelo y piel más clara que los adultos, y que estos caracteres se han convertido así en rasgos físicos sexuales secundarios, y por tanto atractivos, en las rubias.
El propio Ramachandran añade que, sin excluir y más bien complementando las hipótesis anteriores, las que él propone siguen más bien la línea marcada por las últimas teorías de la biología evolutiva sobre la elección de pareja en la especie humana. Es decir, las características físicas de la rubias deben, de alguna manera, decir a los hombres que esas mujeres son más sanas y, por tanto, más fértiles y más fuertes para cuidar a la prole. Según el autor, la piel clara revela mejor que la oscura diferentes enfermedades como la anemia, la cianosis (enfermedad cardiovascular), ictericia o infecciones de la piel. Algunas de estas enfermedades, sobre todo los parásitos intestinales que pueden provocar anemia, es bastante posible que fueran muy frecuentes en los primitivos grupos de nómadas o de agricultores y ganaderos, y la elección de rubias sanas, como hemos visto, en las que es más fácil detectar sus enfermedades, fue muy fuerte.
En segundo lugar, Ramachandran sugiere que la piel rubia envejece más rápido que la morena y, por ello, es, de nuevo, más sensible para detectar su buena salud. Quizá la morena engañe pareciendo que está sana, pero la reproducción tiene mayores probabilidades de fallar si padece alguna enfermedad que no se ha detectado. Es mejor una rubia joven y sana, pues se le nota en la piel, que una morena más madura pero quizá ya envejecida y menos fértil. Es decir, se elige pareja no sólo por lo que es sino también por los signos que indican lo que parece.
Y, finalmente, según Ramachandran, en las rubias son fáciles de detectar los signos de atracción sexual como la vergüenza y el rubor o, incluso, el “estallido” del orgasmo, todo ello más difícil de ver en las mujeres de piel más oscura. Todos estos signos ayudan en el cortejo de la futura pareja y se retroalimentan, dando, por la evidencia de su respuesta, mayor confianza en el trato con rubias.
Según Ramachandran, este texto, que ha comenzado como una broma cultural, ha llegado a una serie de propuestas no muy diferentes de las aceptadas hoy en día en relación con la elección de pareja.
*Ramachandran, V.S. 1997. Why do gentlemen prefer blondes? Medical Hypotheses 48: 19-20.