Desde hace unas tres décadas, es evidente que la fertilidad (y la religiosidad) son mayores en Estados Unidos que en Europa. Incluso, en Europa, la tasa de reproducción está por debajo de la necesaria para reemplazar a la población existente. Hay quien ha dicho que Europa ha perdido el deseo biológico de vivir o que este suicidio demográfico es el problema más grave al que se enfrenta el continente. Así las cosas, Tomas Frejka y Charles Westoff, de la Universidad de Princeton, han estudiado la relación entre la fertilidad, la religión y la religiosidad de las mujeres en Estados Unidos y en Europa. Se han encontrado con que la religión es importante para la mitad de las mujeres americanas, mientras que en Europa, no lo es ni para una de cada seis; incluso en el sur de Europa, que se considera la zona más religiosa, la proporción es la mitad que la de Estados Unidos. Con cualquiera de los métodos aplicados para medir (asistencia a los servicios religiosos, importancia de la religión en la vida diaria,…), las mujeres americanas son más religiosas que las europeas.
Tanto en Estados Unidos como en Europa, las mujeres católicas o protestantes tienen una fertilidad más alta que aquellas que no se declaran de ninguna de estas religiones. A más devoción, más fertilidad. Sin embargo, las mujeres del norte y el oeste de Europa, que son las menos religiosas, tienen la misma o incluso mayor fertilidad que las americanas, y son mucho más fértiles que las del sur de Europa. Es decir, no sólo la religión sino algún otro factor influye en la fertilidad. Según Frejka y Westoff, ni la edad, ni el estado civil, ni el lugar de residencia, ni la educación o los ingresos cambian la relación entre fertilidad y religiosidad.
En conclusión, para los autores, la solución a la baja fertilidad de las mujeres europeas es que sean más religiosas lo que aumentará la tasa de nacimientos, sobre todo en la Europa occidental.
*Frejka, T. & C.F. Westoff. 2008. Religion, religiousness and fertility in the US and in Europe. European Journal of Population 24: 5-31.