Y esperemos que nuestra Edurne sea la campeona. Ya lo es aunque no gane esta competición de los ocho miles un tanto extraña.
El Tribunal Constitucional también parece que continua encaramado en sus inalcanzables alturas. Los partidos mayoritarios creen contar con una correlación de fuerzas adecuada y no están por el relevo de sus miembros en el cumplimiento de los plazos que marca la ley. Vaya ejemplo. Dicen que en mitad del partido no se puede cambiar al árbitro. Pero ese no es el criterio que ellos mismos fijaron en la legislación. Los partidos catalanes expresan su disgusto monumental. Pero en los cielos de Madrid no existe la visión adecuada y no parece haber disposición para despejar el horizonte.
Las cenizas siembran el caos en los aeropuertos europeos en una crisis sin precedentes. Encima nos anuncian que será determinante para que no levantemos el vuelo en la salida de la crisis económica.
Ha muerto el señor de los cinco anillos, la figura que logró traer los juegos olímpicos a Barcelona en el inolvidable 92.
Las propuestas del gobierno ponen en evidencia que los dos grandes partidos van a seguir sin educación… compartida.