Vaya nombrecito. La tormenta perfecta tampoco lo arregla. Nos acojonaron. Y después, llegamos a pensar que se habían pasado de alarmistas…Cuando hemos visto la tragedia ocurrida en Francia cambió la cosa. Yo veía caras desconfiadas en eso de los ciclones…
Y ahora Chile. Tragedia sobre tragedia. No hay palabras.
El lunes Rubalcaba se nos presentó optimista. Tenía buenos motivos. Tras la tempestad la calma.
Duró poco, el martes la borrasca alemana toma fuerza. Y volvemos a las andadas, volvemos a enladrillar nuevos ciclones. Es hora de rehabilitar… ideas. Tormenta monumental con propuestas de nuevos contratos que arrastra a los jóvenes al fango. Las tormentas llegan a levantar los pelos de Moratinos. Y nos anuncian más y más…tormentas. A mal tiempo, buena cara. Ya llegará el verano. Era la cantinela de un pegadizo anuncio siempre adelantado a su tiempo. Ofrecía frigoríficos o estufas alternativamente. ¿Se acuerdan de las catalíticas?. Tenían… más imaginación.
PD: No sabía yo que Michelle Bachelet, la Presidenta de Chile, había ganado esos kilos. Está claro que la tenía muy idealizada. En las tragedias vemos a las gentes con buenos ojos. Creo que es sano. Y debe ser así.