Y junto con la primavera se nos fue Saramago. Probablemente el escritor que ha prestado más atención a lo visual. Su tratado de la ceguera está reconocida como su obra cumbre. En El Evangelio según Jesucristo utiliza más de dos mil palabras para describir un grabado de Cristo crucificado. La imagen vale más de mil palabras y más… del doble. Siempre me ha resultado muy sugerente y moralmente muy crítico. Creo que refleja muy bien el arco iris de la mirada del hombre de hoy.
Terminó la NBA y Gasol se encumbra de nuevo con el anillo del triunfo.
Las esperanzas de un compromiso firme por la paz de los antiguos batasunos se esfuman. Siguen sin condenar con claridad las vías terroristas. Suenan a meros cantos de sirena de un matrimonio político de conveniencia. Tal vez no sea poco.
Las ilusiones mundialistas están en la cuerda floja. Parece que el Gobierno también. La cosa está que arde en estos momentos del solsticio.
Obama también tiene sus contratiempos.
Y el verano llegó teñido con una estúpida tragedia. Terrible y dolorosa lección.