El Correo ya cumple un siglo. Es toda una eternidad.
He dibujado a López de Haro con el periódico en la mano. Cuando elegí el tema no conocía la campaña publicitaria que ahora se expone. Algunos pensarán que es un recurso fácil y simplista. Mi intención es otra. López de Haro es el fundador de Bilbao. Creo que los motivos fundacionales de las villas tardo medievales y las razones originarias de la prensa son coincidentes. La fundación de una ciudad se realiza con el reconocimiento de una serie de derechos de los villanos, de la concesión de los fueros burgos. El desarrollo del comercio marca el nacimiento de una nueva época. La prensa es una herramienta vinculada a la libertad de opinión y expresión, derechos fundamentales. Es requisito imprescindible de la ciudadanía. Es arma del poder de la opinión pública.
Hoy estamos inmensos en una profunda crisis. El pensamiento postmoderno diluye las identidades, borra el encaje espacio temporal. Desregulación, deslocalización… no son meros accidentes. Se trata de eliminar la condición de ciudadanía para limitarse a una mera consideración de consumidores. Se desprestigia la política sobre todo por ser el cauce de participación social. He querido hacer de ese dibujo con un rostro concreto una muestra de mi compromiso profesional con los valores fundamentales del periodismo y la comunicación. Yo he sido participe de 20 años del centenar que celebramos.
Además la semana se presenta con sobresaltos. El rey se somete a una operación de urgencia. Se celebra una reunión económica de los ministros europeos en domingo que producirá una auténtica convulsión.
Zapatero cambia de rumbo, ahora gran recorte. Rajoy parece afilar los cuchillos de una moción de censura. Se han dicho muchas cosas. Creo que las imágenes ya lo dicen todo. Gran Bretaña se decide por la alternancia. Y Garzón quiere irse. Es un asunto todavía en el aire. Después de tener hecho el dibujo del exilio, con la noticia de la confirmación del cambio británico decidí cambiar la viñeta. La actualidad manda. Estamos en plena efervescencia de mercados y mercaderes. Leí una vez, un titular fantástico sobre el resultado de un partido de fútbol: Nada está decidido del todo.