En la convivencia con los dibujantes que nos visitan en estos días resulta obligado acompañarlos al Congreso de los Diputados. Las paredes están decoradas con grandes retratos de los Padres de la Patria y Presidentes de la Cámara. Hay extraordinarios cuadros que pintan algunos momentos cumbres de nuestra historia. Y algo novedoso en la historia mundial, hay 15 caricaturas de los principales críticos del hacer del Parlamento. Por iniciativa de la Universidad de Alcalá, en el marco de las actividades que desarrolla sobre el Humor Gráfico, la Sala de la Prensa del Congreso cuenta desde hace dos años con nuestros trabajos y todavía hoy no dejan de sorprender. Un comité de expertos fijó un periodo histórico que comenzaría con las Cortes de Cádiz, las primeras democráticas y concluiría con el estallido de la guerra civil en 1936 y seleccionó la nómina de los que se incluirían en la Galería de Prensa, que resultó así: José María Blanco White, Francisco Cañamaque, Mariano José de Larra, Leopoldo Alas Clarín, Benito Pérez Galdós, José Martínez Ruiz Azorín, Julio Camba, Ramón Campoamor, Margarita Nelken, Isidoro Fernández Flórez Fernanflor, Indalecio Prieto, Fermín Caballero, Josefina Carabias, Wenceslao Fernández Flórez y Josep Pla. Sacamos pecho ante nuestros colegas y les animamos a que cunda el ejemplo en sus respectivos países.

Me correspondió el dibujo de una figura especial: Fermín Caballero.

Una enorme figura sin aclarar del todo, hay posturas divergentes sobre si llegó a ser Alcalde de Madrid (según consideremos el nombramiento o la toma de posesión). Es el primer presidente y miembro fundador de la Sociedad Geográfica de Madrid. Un gran apasionado de la Geografía (Dibujo de la Tierra) y de sus gentes. Bien podemos decir eso de que es un adelantado de su tiempo: escribe Los españoles pintados por sí mismos y El sepulturero de los periódicos. Pura actualidad. Crítico implacable.

No me conformo nunca con dibujar su rostro, quiero dibujar su espíritu, el sentido de su vida.

Dar con la idea de la representación del Atlas nacional no me resulto dificultoso, para mí es la mejor definición de la labor de este hombre.
Me enganchó.

En la mirada al mundo que habitamos, tal y como aprendí del cubismo de Picasso, hemos de girar la cabeza. Hemos de conjugar las distintas posturas a diestra y siniestra, no vale con la mirada unidireccional de tantas orejeras que nos colocan. Tenía que colocar las dos figuras que desde niño me cautivan:Cautes y Cautopates.

Son las figuras exclusivas de la portada románica de Olcoz que no están en Eunate. Me dió la gana (esa es exactamente la mejor definición) de colar ese detalle personal, por puro orgullo. Por demostrar que a lo largo de la historia los autores hacemos lo que nos parece por encima de todos los controles que impone el poder de turno. Por puro homenaje a los rebeldes, en primer lugar a Fermín Caballero y a los desconocidos constructores de la portada que tanto me transmite. Por hacer visible lo que no queremos ver en la obra más importante que me han encargado en mi vida.

En la base de las esculturas que bordean esa puerta dos cabezas simétricas asoman en curiosa actitud. No son ángeles pues no tienen alas, rasgo inconfundible. Podrían ser dos de los cuatro vientos, pero son sólo dos y tampoco aparecen acompañados de nubes ni parecen resoplar.

Su curiosa simetría, estirando el cuello, de arriba hacía abajo y al revés y su posición contemplativa del amanecer y del atardecer deja pocas dudas. Los vientos marcarían un escenario puramente terrenal y en estas portadas ya hemos visto las vinculaciones astrales y cosmogónicas: Virgo, Medusa y Perseo, Orión y los perros…

En el escenario del nacimiento del cristianismo encontramos dos figuras de clara simetría y de clara resonancia solar: los aludidos Cautes y Cautopates ya presentados en post anteriores. Son la representación de la dualidad del curso del sol, el ascenso y el descenso en la doble consideración del ciclo diario y anual. Tanto el amanecer y el atardecer como el cambio de estaciones en los pasos por encima o por debajo del ecuador celeste. Tienen que ver especialmente con los equinoccios y con los significados de su simetría. Son los ciclos que dibujan nuestras vidas. Ja-ja. Son y están.