En la obra Eunate, hito jacobeo singular, publicación del Gobierno de Navarra, bajo la fotografía de la puerta y la ventana occidentales del edificio se dice: Un día al año un rayo de luz solar penetra por esta ventana y sale por la del ábside. Ha dado pié a que algunos visitantes acudan en estas fechas a contemplar el acontecimiento solar invitación que nos transmitía un lector el otro día. En las plácidas tardes de finales de agosto el ocaso solar siempre enamora. Y en este escenario aún más.
Pero esa orientación que no es la del solsticio se ha de corresponder forzosamente con otra fecha primaveral cuando el sol asciende sobre el horizonte en sentido contrario. Y además según la colocación de las alturas de las ventanas se corresponderá con otras dos fechas según la orientación del sol naciente. Habrá por tanto cuatro fechas, dos correspondientes al poniente y otras dos al saliente en las que ocurra tal circunstancia. Y dependiendo de los tamaños de las ventañas tendremos unos márgenes de diversos días en los que este fenómeno se repita.
Hoy es frecuente fijar la fecha del 24 de agosto festividad de S Bartolomé de cierta importancia en el santoral medieval. Pero la fecha actual por la reforma del calendario gregoriano no se corresponde a esa fecha en el s.XII, por tanto ese enfoque no tiene fundamento preciso. En la actualidad el cierre de las ventanas tampoco hace posible verificar visualmente la travesía solar, tenemos que imaginarnos según las sombras de los pilares y el margen de días es bastante amplio, desde el día 14 hasta el día 25 de agosto. Estas fechas se corresponden con las que van del 8 al 20 de agosto de 1178 según la posición del sol, datos variables según la proximidad de los años bisiestos y de los ajustes de los calendarios. La fecha de 1178 es indicativa del s. XII y aparece señalada en la lectura astronómica de la leyenda de Eunate y Olcoz cuyo acierto y comprobación seguiremos viendo.
En la festividad del 15 de agosto de finales del s.XII sí ocurría perfectamente esta visión y la fecha es muy destacada por estar dedicada a la Asunción de la Virgen María, festividad que parece que se conmemora desde el s.VII. En ese año de 1178 el ocaso del 15 de agosto tiene especiales coincidencias con la Luna, Mercurio y Venus.
El ocaso desde el punto de vista astronómico se establece en la visión del último punto del disco solar. Pero eso no quita que en el medievo como hoy los últimos minutos anteriores del atardecer no sean significativos.
Las fechas de este alineamiento en referencia al amaneceder ocurrían en el siglo XII el 23 de febrero y el 5 de octubre del 1178. Todos estos sucesos pueden verlos en estos escenarios con el programa Stellarium tal y como se lo he explicado varias veces.
La precisión exacta de este alineamiento, sin desmerecer la multiplicidad de significados se ajusta al orto de la estrella Spica de Virgo en el s. XII como señalé en un post anterior. La orientación (según su etimología que indica exactamente hacia el oriente) del amanecer viene reforzada además por la presencia y el significado del ábside. Múltiples rayos atraviesan el edificio, múltiples significados se superponen según los dobles juegos de los puntos de luz… y de los puntos de vista.