. Puede sonar raro, pero las ‘fofuchas’, el ‘trapillo’, el ‘miyuki’ o el ‘scrapbooking’ se han convertido en un eficaz antítodo contra la crisis. En otras palabras, y para los profanos en el mundo de las manualidades, apenas cabe un alfiler en las tiendas-taller donde moldean esas risueñas muñecas de cabeza redonda y vestido de goma eva, tejen desde bolsos a maceteros con ecológicas tiras de desecho textil, confeccionan exclusivos anillos con minúsculas delicas de cristal o crean álbumes decorados con recuerdos personales. (+info. en el papel)