El peatón vitoriano conquistó hace casi cuatro décadas un pequeño pedazo de la ciudad para su uso exclusivo. Ocurrió en 1976 cuando se cerró al tráfico el tramo de la Virgen Blanca que discurre entre General Loma y Postas. Hoy, superado ese debate y otras revoluciones como la llegada del tranvía, el cambio total de las líneas de Tuvisa o la extensión de la red ciclista, Vitoria se enfrenta a un nuevo reto en materia de movilidad:_el calmado del tráfico en 47 calles. (+info en el papel)