El centro que tiene su sede en la torre de Doña Otxanda lleva 25 años tratando de arrojar luz sobre tanta tiniebla. Sus magníficas colecciones científicas de geología, botánica y zoología llegan ya a los 600.000 registros, con lo que integran la segunda biblioteca de la biodiversidad de España y se confirman como un referente internacional. Y esto hay que agradecérselo a la singularidad de Álava, cuya ubicación entre los mundos atlánticos y mediterráneo la convierte en muy rica, pero también al tesón de los numerosos científicos que durante años y de manera desinteresada han alentado, arropado y mimado las colecciones. En ello hace hincapié su director, Jesús Alonso. (+) (Fotos)