ARABA
Antes que Ganalto, derribada y reconstruida por los vecinos de la Sierra de Badaia esta semana, hubo más ataques de similar factura por la geografía vasca. Alpitxu, Goikogane, Kamaraka (todas en Álava), las vizcaínas Mugarriluze, Kukutza y Barakaldo o, ya en Gipuzkoa, Buruntza. El listado de símbolos católicos atacados –franquistas para algunos colectivos– se eleva hasta los doce desde 2018. En la mayoría de los casos, la Ertzaintza no tuvo que sudar demasiado para centrar la investigación. Ernai, la organización juvenil de Sortu, solía reivindicar la autoría a través de sus canales habituales.