ARABA
Todo vuelve a su ser. La cruz de Ganalto corona de nuevo parte de la Sierra de Badaia, como venía haciendo desde hace más de un siglo, hasta que el martes fue objeto de un acto vandálico. Los autores primero se esforzaron en despojarla de su base –emplearon herramientas profesionales– y acto seguido la arrojaron ladera abajo. Terminó abandonada a cien metros de su lugar natural, en esta cima de 898 metros. Pero este «ataque» tuvo una respuesta inmediata por parte de los vecinos de Zuia, que se juntaron para recuperarla y restablecer la normalidad. Una organización que culminará el tajo en la mañana de hoy levantando de nuevo la cruz al cielo, tras remolcarla hasta arriba con dos todoterrenos.