Álava
La primera tradición folklórica vitoriana del año, la popular rifa de San Antón, con 229 años a cuestas, que tiene como objeto recaudar fondos para el antiguo hospicio, ahora Residencia San Prudencio, ha sido salvada por los niños. Cientos de ellos participan con verdadera pasión en el sorteo de los dos cerditos de chocolate de 60 kilos, elaborados por la pastelería Nalda, que cubre la finiquitada costumbre de sortear el cerdo de carne y hueso.(+info)