ARABA
«Cuando estoy en casa escucho el chillido de las ratas y cómo corretean». Vecinos de los números 27 y 29 de la calle Océano Pacífico de Zabalgana alzan la voz para denunciar el «repugnante calvario» que están viviendo después de que una plaga de roedores haya tomado sus edificios. «Como esto siga así, me voy con mi madre», comenta una residente, que prefiere no dar su nombre por posibles represalias. Porque en los bloques residen cerca de un centenar de familias, y algunas de ellas son las que han alimentado este problema.