ARABA
El conocido como safari de Arregui, y que llegó incluso a despertar el interés de Jesús Gil, ha vuelto estos días a la memoria alavesa tras el hallazgo de una nave en Bétera (Valencia) con más de un millar de animales disecados. Las piezas que el empresario cedió a la Diputación eran bastantes menos, alrededor de 300, y, a diferencia de la colección clandestina descubierta ahora por la Guardia Civil, cumplían con la legalidad de la época. «La mayoría procedía de África», recuerda Eduardo Romero, presidente del Museo de Fauna Salvaje,