ARABA
El pasado mes Slow Food Araba celebraba su primera asamblea desde que comenzara la pandemia. Lo hacía en unas circunstancias nada deseables. Alberto López de Ipiña, fundador y presidente no estaba. Fallecido en julio del año pasado, su viuda recibía en su lugar el Caracol de Oro, la mayor distinción de esta organización con 17 años de trayectoria en el territorio. Su íntimo amigo, José Antonio Arberas (Basabe, 1963), tomará las riendas con el fin de la pandemia en la mirilla y el reto de recuperar la cercanía como clave para concienciar a los alaveses de que otra forma de alimentarse es posible.