ARABA
El puente que se asoma en el calendario, «casi un acueducto», con cinco jornadas festivas para los más afortunados, traerá una riada de turistas. Eso es lo que, al menos, intuyen en los alojamientos alaveses, que rozan el lleno en sus libros de reservas –sobre todo sábado y domingo– y trabajan a estas alturas del año «mejor que en 2019». El sector, sin embargo, no logra sacudirse los miedos al efecto de una nueva ola y teme que el repunte del virus provoque cancelaciones «de última hora». Y eso que «hay muchas ganas de viajar».