ARABA
Se necesita un gran esfuerzo para abrir las viejas puertas del palacio de Escoriaza Esquível. Multitud de proyectos han aspirado a instalarse en esta joya renacentista del Casco Medieval que ahora mismo solo acoge suciedad, palomas y una clamorosa sensación de desaprovechamiento de sus 4.446 metros cuadrados interiores. Aspiró a convertirse en parador nacional y en casa del euskera de Vitoria, pero nada llegó a prosperar. La Diputación de Álava cuenta ahora con un proyecto «serio, técnicamente solvente y posible de realizar» para trasladar allí el Museo de Ciencias Naturales desde la Torre de Doña Ochanda.