ARABA
Después de 14 años de andadura en favor de los más desfavorecidos, el albergue de Puente Alto ha echado el cierre definitivo. Los seis usuarios que todavía quedaban allí a pesar de que el inmueble estaba oficialmente clausurado desde verano lo han abandonado en los últimos días. No dormirán en la calle, que era el principal temor de Satur García, ‘alma mater’ de este recurso de ayuda a personas drogodependientes o con graves problemas económicos. «Finalmente hemos conseguido que sean atendidas por los servicios sociales del Ayuntamiento.