Cuando hace apenas diez días fue elegido presidente del Araba buru batzar (ABB) del PNV, la cara de Xabier Agirre era todo un poema. «Anda que si yo sé esto, en qué hora», venía a expresar. Solo 5 de los 14 burukides eran de los suyos. Su núcleo duro, encarnado sobre todo en Claudio Rodríguez, su exteniente de diputado general, quedó fuera. Un palo demasiado difícil de digerir viendo además como Iñaki Gerenabarrena conseguía meter a 9 personas de su plancha, a todo su aparato. ¿Un ABB ingobernable? En público, formalidad: «Espero y deseo que no será así, todos debemos remar en la misma dirección, aquí no sobra nadie». En privado, la preocupación era la tónica general. «Si Javi sabe esto… Vaya panorama», coincidían varios alderdikides postulados a su favor. (+info. en el papel)