El anagrama vegetal que parece firmar la postal de la plaza de la Virgen Blanca desde hace seis semanas y que el Gabinete Maroto mandó hacer para dotar a la Capital Verde Europea de 2012 de un emblema ‘green’ es, en realidad, un monumento antiecológico. Así lo denuncia la comunidad de botánicos especializados en plantas briofitas, como el musgo, una de los dos variedades que se han empleado para revestir la estructura metálica que dibuja los nombres de la ciudad en castellano y euskera, enfatizados con una exclamación. (+)