El alcalde de Vitoria, Javier Maroto, quiere frenar el ‘efecto llamada’ de inmigrantes que se produce en la capital alavesa con el actual marco legal de ayudas sociales. Pero si durante la campaña electoral, en el que este asunto se convirtió en estrella, elevó el mínimo exigible para beneficiarse de los subsidios a cinco años de empadronamiento -en la misma línea que ha defendido el Partido Popular desde hace tiempo-, ahora lo ha rebajado a tres. (+)