Álava
Un grupo de ciudadanos arremolinados alrededor de un puesto ambulante presta atención, casi con la boca abierta, a las virguerías que realiza su vendedor con un volador luminoso. Tira el artilugio hacia arriba y todos siguen su trayectoria fluorescente hasta que se pierde entre el gentío y alguien acude a recogerlo entre empujones. Entonces, en cuestión de segundos, uno o varios espectadores se convierten en víctimas de un robo. (+)