Álava
El fin no varía. Vaciarle los bolsillos a la víctima de turno. Sólo que el ‘modus operandi’ se ha actualizado. El estafador disfrazado de discapacitado con un supuesto boleto premiado ya aparece de ciento en viento, lo mismo que los malabaristas de la bolita y los tres vasos -los trileros-, que ya se circunscriben al Levante y Cataluña. Sin embargo, los timadores siguen haciendo de las suyas. ¿Cómo? Los profesionales del engaño han variado el envoltorio.