Álava
De todos es sabido que el hombre es un animal de costumbres. Y la veracidad de este dicho se pudo comprobar ayer, en la tradicional feria agrícola de Navidad. Un mercado marcado por los hábitos de sus 52 años. Como no podía ser de otra manera, no faltaron los capones, gallos y gallinas -que fueron, cómo no, la principal atracción-, los curiosos que de todo probaron, las verduras autóctonas y hasta el reparto de 2.000 árboles, cortesía, una vez más, del Ayuntamiento vitoriano. (+info)