Álava
Sí, detrás del biombo existía otro Alavés. Escondido durante demasiados meses, pero con la posibilidad de cambiar el habitual atuendo gris por un ropaje multicolor que deja destellos de esperanza en el páramo futbolístico en que parecía convertida esta temporada. No le dio ayer para coronar en victoria el mejor partido de la campaña, pero en Riazor quedó la sensación de que todo es posible si el cuadro vitoriano aúna esfuerzo y calidad y recupera la pegada del arranque de campeonato. (+info)