El Alavés se enganchó a yer a un tren que amenazaba con partir definitivamente sin el viajero vitoriano. En un ejercicio de esfuerzo y, sobre todo, de efectividad ofensiva hasta el 1-3, con las ocasiones casi contadas por goles, la escuadra albiazul se subió a la pelea por la permanencia en la estación de Valencia. Cuando, por mucho que restasen 18 jornadas y después de acumular experiencias desquiciantes en los últimos meses.
Levante 2 – Alavés 3