Y al tercer acto , tocaron zafarrancho. La campaña del PSE había arrancado de manera suave. La noche del jueves, en Portugalete, Patxi López apeló a la «tolerancia y el mestizaje». El viernes, el primer día en que se podía pedir el voto, acudió al árbol de Gernika para abogar por una reforma consensuada del Estatuto. Pero ayer se rompió la tregua. Los dirigente socialistas aparcaron los mensajes conciliadores y dejaron claro que a dos semanas de las elecciones hay que mantener la tensión.
elecciones vascas