Familia e igualdad para la mujer. Ibarretxe bajó ayer el discurso a ras de suelo, a los «problemas reales» y cotidianos de los vascos, en sus propias palabras. Abandonadas para mejor ocasión las alusiones a la consulta y al derecho a decidir, el candidato del PNV a la reelección transitó a pie de calle. No sólo porque se paseó por el mercado de Sestao o viajó unos metros en un tren antiguo en Azpeitia, sino porque en sus intervenciones se centró en el día a día. El secreto de la política, subrayó, reside en «no olvidar a las personas» y en prescindir de «los discursos prefabricados».
Elecciones vascas