Ipurua asistía ayer a uno de esos derbis que se ajustan al milímetro al guión establecido cuando el colegiado Hernández Hernández se entrometió en la noble y poco vistosa disputa que mantenían Eibar y Alavés para hacer la diferencia con un silbido. Cuando los jugadores locales volvían hacia su terreno de juego tras una falta, el colegiado canario señaló un ¿penalti? que en el campo resultó una sorpresa y en la televisión un disparate. Hasta entonces y bajo un intenso aguacero que poco a poco fue pesando en el césped, el Alavés se había sostenido sin excesivos problemas.
Eibar-1 Alavés-0