Hoy toca jornada de descanso y reflexión. Estamos en un tranquilo hotel de Limoges y toca recuperar fuerzas, que nos harán falta más adelante. Pienso que estamos haciendo una gran carrera y más no se nos puede pedir. Nuestra exigencia sigue siendo lograr un triunfo de etapa. Con el entusiasmo que estamos mostrando en carrera tiene que llegar, tarde o temprano. Los ciclistas están animados y son conscientes de su responsabilidad.
El Tour ha salido abierto de los Pirineos, pero Astana lo tiene estrangulado. No ha gastado más de lo necesario y tiene a cuatro hombres entre los seis primeros de la general, no esta mal… Rinaldo Nocentini lleva el maillot amarillo, pero el patrón de la carrera es Astana y son los kazakos quienes bailarán el agua hasta el final. Salvo sorpresa mayúscula, no veo a nadie que les pueda hacer frente, están mostrando una gran solidez.