En la magia de escenario, la belleza está atrapada por una paradoja básica. Si la asistente posee una hermosura descomunal, sólo algún enfermo o un fanático religioso prestará atención al mago, aunque saque un elefante de un sobre de sacarina. Pero si la partenaire es un adefesio, el público se sentirá agraviado y pensará que […]