¿Los héroes son los concejales ex-socialistas de Benidorm? Así se diría a primera vista. Abandonaron el PSOE para hacerse con la alcaldía gracias a un voto tránsfuga del PP ¡y siguen pagando parte de su sueldo al PSOE! Gente abnegada, generosa y desprendida, pagan aunque ya no les toque, quieren dejar un buen recuerdo entre sus ex-compañeros.
¿Héroes? Pues no. Más bien unos marrulleros que se han pasado de listos. Todo este asunto es una chapuza sin paliativos. Da vergüenza ajena. Resulta más grave de lo que parece, un sainete chusco de caciquillos locales. La incongruencia la consuma el PSOE al aceptar la dádiva de los ex-militantes, los que se le fueron, que pagan en concepto ¡de “donación personal”!
El PSOE firmó en su día el Pacto Antitransfuguismo y el pago de los ex- y la recepción del dinero parecen confirmar que todo este enredo era una jugarreta urdida por militantes socialistas para saltarse el Pacto sin que lo pareciese. Por sus tramas locales han vulnerado serios compromisos políticos y éticos.
No puede ser que PP y PSOE firmen un pacto y después hagan triquiñuelas para violarlo. Da la impresión de que pactan sólo para echárselo en cara al adversario cuando incumplan el pacto, pero sin ninguna intención de refrenarse ellos si les viene bien el incumplimiento. Hay varios ejemplos de este concepto primario del pacto, no sólo es Benidorm.
Por eso esta historia es bochornosa. Resulta incomprensible que la aliente el PSOE, el partido gobernante. No es que se pida que predique con el ejemplo, pero al menos que no dé la nota. ¿Que no la alienta? Pues sigue cobrando de los concejales lo que pagaban de su sueldo: da por bueno el paripé.
Las aguas de la política española bajan espesas, pero por la parte del Levante se diría que llueven a calderadas. Es como si por allí se hubiesen instalado en la política-ficción, en la que todo es virtual, cada cual hace de su capa un sayo y quiere que parezca otra cosa. A Camps le regalaban trajes y decía que los pagaba. Ricardo Costa dimitía de secretario general y seguía de secretario general. Los concejales socialistas se van del PSOE y siguen como si no se hubiesen ido.
No hay quien entienda nada.
En este barullo encaja la frase de González Pons, también de aquellos pagos: Ricardo Costa, ha dicho, es un “político joven, de mucha valía, que ha demostrado que es valiente y que sabe tanto gestionar como plantar cara y que tiene un brillante futuro por delante”. Así será, pero cuesta captar la lógica.
Tampoco la tiene la explicación del jefe de los tránsfugas/no tránsfugas socialistas/ex socialistas de Benidorm, el actual alcalde. Asegura que no van a montar un partido por su cuenta, que toda su ambición es volver al PSOE del que se fueron voluntariamente: “No vamos a hacer una maniobra ni jugada para ser independientes, o para propiciar otra lista: esa es la grandeza de nuestro ex-partido, que puede decidir qué hacer con nosotros, porque no hay ninguna amenaza encima de él”. Dice “grandeza”, no “bajeza”. ¿La política es cuestión de perspectivas?
Se entiende todo, pero no se entiende nada.