CHIZURU SUGA
DIRECTORA DE CONTENIDOS DEL MINISTERIO DE ECONOMÍA JAPONÉS
El milagro económico japonés después de la II Guerra Mundial tiene un culpable: el poderoso Ministerio de Economía e Industria. La directora de su división de contenidos, Chizuru Suga, explicó ayer en los Cursos de Verano de la UPV que el país no solo exporta tecnología. Los videojuegos, el “anime”, los “manga”, las películas y juguetes venden a todo el mundo un estilo de vida.
– ¿Cuántos días de vacaciones tiene un japonés?
– Por ley, veinte días. Después tenemos unos días especiales: tres en verano y otros tres en invierno. Lo que ocurre es que la mayoría solo nos cogemos la mitad.
– ¿Qué relación guarda un trabajador con su empresa?
– Yo estudié un máster en Estados Unidos y me pasaba todo el tiempo comparando la situación. Somos totalmente diferentes. La inmensa mayoría de los trabajadores permanecen en la misma empresa toda su vida, no piensan en cambiar de empleo. Así que se entregan en cuerpo y alma y son leales. Simplemente aman a su compañía. Los trabajadores europeos estarían en un punto intermedio entre nosotros y los estadounidenses.
– ¿Esa garantía vitalicia de empleo todavía sigue en pie con la recesión?
– La situación está cambiando, pero las personas con talento siguen tranquilas: no necesitarán nunca cambiar de trabajo.
– ¿Las nuevas generaciones también comparten esa ética del trabajo?
– La industria de contenidos es un sector especial. Por ejemplo, los animadores más reputados acaban creando su propia empresa para trabajar con su equipo. Tendemos a ser más flexibles, más americanizados, mientras que en los sectores productivos clásicos se sigue la tradición. Los jóvenes prefieren la flexibilidad, sin que eso signifique que les afecten demasiado los valores occidentales. Tienen suficiente dinero para disfrutar de su propia vida y cambian gradualmente sus hábitos de trabajo.
– El “anime”, el “manga”, los videojuegos… Nos venden un estilo de vida.
– Sí. Los jóvenes japoneses tienen tiempo para dedicarlo a sus pasiones: la música, los videojuegos, el “manga”… Las revistas de moda en Europa, como “Elle”, son basicamente iguales en todos los países. Venden el mismo estilo de vida lujoso. Pero en Japón tenemos infinidad de estilos diferentes: las tribus kawaii (mono, precioso; la parafernalia de “Hello Kitty”), los pijos, las de ropa urbana hip hop, los punks, la gente que está cercana a las estrellas del rock… Todos esos estilos de vida pueden coincidir en una sola revista. Lo mismo sucede con el “anime”, que no es solo para los niños, hay mil clases que representan otros tantos valores de gente distinta. No solo se vende el estilo de vida de trabajar duro y estar ocupado todo el día.
– ¿Los japoneses son piratas? ¿Se bajan contenidos protegidos por derechos de autor sin pagar como en España?
– El Gobierno japonés no puede imponer una sanción si la infracción se produce en una web extranjera. Existe un organismo, el CODA, que atiende las denuncias por piratería. Y el cien por cien de las páginas “ilegales” se eliminan. El CODA incluso anima y asesora a páginas piratas de China y Corea para que se vuelvan “legales” y sigan haciendo negocio. ¿Os queréis convertir en un negocio decente? Para eso tenéis que comprar a los propietarios de los derechos. Y podemos negociar el precio si elimináis los contenidos piratas. En cuanto al usuario, tiene conciencia de que no debe bajarse contenidos piratas porque hay multas cada vez más duras. Aunque no se puede entrar en todas las casas, claro.
– ¿Cómo contemplan a España desde Japón? ¿Como un país emprendedor?
– No creo que asociemos España a un país emprendedor… Más bien pensamos en su Historia, en que fue un país dominante en el mundo en otra época. Y su cultura, que tiene que ver con los toros, la gastronomía, el vino… Tal vez un estilo de vida feliz. Las playas en la Costa del Sol.
– Las agencias gubernamentales japonesas apoyan la creación y distribución de películas. El Gobierno español ha recortado el dinero destinado al cine para ahorrar. ¿Le parece una buena idea?
– Todos los que crean contenidos dicen que los suyos son los mejores del mundo. Y el Gobierno no tiene criterios para saber qué es bueno o malo. Recortar el presupuesto en la fase de producción es un error. También hay que seguir apoyando la distribución. La industria de contenidos no es como la automovilística, la fase de fabricación y la de I+D están divididas. Si no apoyas las dos fases se colapsa la industria.
– ¿Qué consejo nos daría para salir de la crisis?
– Le pongo un ejemplo de hacer bien las cosas. Bollywood rodó hace no mucho una película en España con una productora local. La historia de tres jóvenes que iban a la Tomatina y a un montón de sitios disfrutando del sol y la comida. Pues bien, el turismo indio en España se ha multiplicado por diez. Es la fuerza del cine, que puede afectar a la forma de comportarse de la gente. Espero que los españoles, a pesar de la crisis, tengan en cuenta que los contenidos seguirán siendo necesarios. Y espero fructíferas colaboraciones entre sus empresas y las nuestras.