No voy aprovechar este blog para poner a caldo al nuevo invento de Apple, calificado por algunas lenguas viperinas como el primer “gatillazo” de Steve Jobs. Eso sí, no puedo evitar una sonrisa socarrona cuando en la esperada, y decepcionante, megapresentación del gadget del año se nos vendió al iPad como el hermano mayor de esas “consolas” llamadas iPod e iPhone. De hecho, se ha creado una versión de la popular saga automovilística Need for Speed funcionando a todo gas, y nunca mejor dicho, en el nuevo aparato, aprovechando su gran pantalla y la mayor potencia de su procesador respecto a los modelos anteriormente mencionados. Pues vale. Ahora bien, un servidor no se imagina cogiendo esta tablet de nueve pulgadas y girándola como si tuviera en las manos un volante aprovechando su acelerómetro incorporado. En el caso de sus hermanos menores, con su tamaño reducido, el invento más o menos funciona, pero en este aparato de 0,68 kilos de peso la cosa cambia. Y mucho. Vamos, puedes terminar con unas agujetas en los brazos de sostener todo el tinglado que ríete tú del WiiSport.
Y es que, irónicamente, al iPad le falta un pad para que la tomemos mínimamente en serio dentro de la industria de los videojuegos. Alguien dirá que la pantalla táctil y el acelerómetro forman un sistema de control de lo más eficaz para la mayoría de los divertimentos. Con todos los respetos, disiento. De momento, no hay nada mejor que un control direccional y unos botones de acción al estilo de
En fin, esperemos que Apple anuncie pronto un pad para su iPad aunque más de uno no lo necesite para jugar al ajedrez o al tres en raya. Si eres uno de ellos, te “conformarás” con los juegos presentes en