No contenta con aparecer constantemente en los medios de comunicación por sus originales juegos y sucesivos récords de ventas, la Wii ha vuelto a ser noticia, esta vez, al verse envuelta en un caso de robo ocurrido en el Reino Unido. Y todo gracias a los miis, esos simpáticos alteregos que la blanca de Nintendo nos permite personalizar para, entre otras cosas, jugar con ellos. Y es que
Algunos de los miis huérfanos de padre y madre por culpa de un ladrón, que ya ha sido detenido, responden a los nombres de Seb, Pheebes, Nicks, Ellie o Evie. Como es lógico, la policía también ha hecho público el número de identificación de
La verdad es que yo tengo a mi cargo a un puñado de miis, que recuerdan la apariencia física de mis seres más queridos. Vamos, que si alguien me roba la consola y al ladrón no se le ocurre borrarles, no tendría la menor dificultad para identificarlos en cualquier rueda de reconocimiento virtual. Eso sí, después de esta noticia, supongo que lo primero que hará el caco en cuestión será eliminarlos para evitar que algún día puedan delatarle mientras se pasean por Internet. Vamos, que al delito de robo habría que sumar el de asesinato. Porque nuestros yos virtuales están tan vivos como nosotros. Aunque sea dentro de una consola.