Un fotógrafo, creo que francés, suele visitar el ‘K2’ siempre que puede. Cada vez que llega a una ciudad consulta el primer plano turístico que encuentra a mano, localiza el cuadrante ‘K2’, lo visita y fotografía lo que haya en él, sea lo que sea, lo mismo un descampado que una zona industrial, una playa o el barrio chino del lugar. Es una forma muy interesante de viajar que además evita que uno vuelva de París con las inevitables fotos de la torre Eiffel, por ejemplo. Cuando descubrí la jugada decidí aplicar la técnica en mi propia ciudad, Bilbao , que es más barato que hacerlo en París. Pero el resultado fue decepcionante, porque en el callejero que tengo en casa el ‘K2’ corresponde a la Plaza Jado, la de la fuente indescriptible. A pesar del chasco he decidido ir siempre al ‘K2’. Ya les iré informando.